martes, 6 de marzo de 2007

Blanco invierno




Habían salido al amanecer para continuar recogiendo muestras para su investigación, cuando una grieta se abrió a sus pies. Lograron aferrarse al borde afilado del hielo y no caer a una muerte segura. Sin embargo, su pierna estaba fracturada seriamente y no podía caminar.

El campamento base estaba a menos de media hora de caminata, por lo que Maturana decidió dejarlo ahí para buscar ayuda.

Mientras esperaba que volviera, el frío le rompía la cara. Ya iban dos horas desde que Maturana había partido. Eran mediados de Junio, y a las tres de la tarde oscurecería, junto con la luz se irían las esperanzas de sobrevivir.

La soledad y el silencio no lo intimidaban, tampoco la oscuridad ni la pierna inutilizada, a esas alturas ya no la sentía. La ansiedad era lo que lo estaba matando, cada minuto miraba alrededor como adivinando que venían por él y nada. Cada sombra, cada murmullo se convertía invariablemente en el blanco sin fin que lo rodeaba.

No quería aceptar, y sin embargo estaba seguro que era así, que no irían por él, que los años de trabajo y compañerismo no habían servido para nada, y que todo terminaría como siempre supo. Era la historia de su vida, luchando por ser aceptado sin lograrlo, convirtiéndose usualmente en un tedio para todos, en una carga que nadie quería asumir.

Todas las poses del pasado se quedaron en eso, nunca pudo salir de los silencios incómodos y de los lugares comunes. Por eso se manejaba mucho mejor con los grandes grupos y con los desconocidos, no tenía que decir o hacer nada inteligente o mostrarse como era, bastaba con decir lo que querían oír.

No temía a la muerte, más bien la esperaba.

Empezó a sentirse tibio y el sueño lo venció, la nieve terminó por cubrir su cuerpo congelado.

La búsqueda duró dos semanas. Nunca lo encontraron.

26 comentarios:

alexandro alvarez dijo...

Me parece que tiene la "textura" del hielo. La temperatura de los Campos de Hielo en invierno. Ciertos giros tibios del tedio y el verano en una oficina pública en Uruguay y la desolación de un funcionario del ministerio de cultura francés, que no quiere nada de la vida y que morirá solo cuando llegue a viejo y en el verano no soporte el calor de un Paris recalentado. Sus vecinos sabrán de ello, solo cuando empiece a oler a podrido.

r dijo...

claro, esa es la versión urbana del relato.

Crisostomo Reilly dijo...

Textura de alma endurecida, de articulaciones congeladas, de tacto con dedos de piedra, de esperas subterráneas...

Anónimo dijo...

La versión urbana del relato carece de algo que sí tiene este relato. El oscuro funcionario público jamás llegaría a estar en un campo de hielo. Jamás habría puesto su vida en manos de otros (sólo el cuerpo hediendo). Y eso es justamente lo que se hace cuando uno se va al campo de hielo. Es 'vivir' demasiado para el lisboeta que traduce de día y vive de noche, pero puertas adentro, soñando. Sólo soñando.

r dijo...

veo que poco a poco nuestro amigo anónimo se ha sumado al espíritu de este blog

sólo le falta tener identidad bloggera

Crisostomo Reilly dijo...

No estoy de acuerdo. El lisboeta no se aventuraría en un campo de hielo, pero tomaria riesgos, en la ciudad, tan peligrosos como la expedición, como irse de putas a pico pelado o probar drogas de dudosa procedencia, emborracharse consuetudinariamente, denunciar a los poderosos, o alabar ironicamente al Rey

alexandro alvarez dijo...

sostiene reilly

Crisostomo Reilly dijo...

???

Anónimo dijo...

Estoy con el anónimo esta vez. Irse de putas a pico pelado o probar drogas de dudosa procedencia no van con el desasosiego que sólo se calma hacia adentro, creando fantasmas y viviendo con ellos; jamás en la calle.

r dijo...

Crisostomo: Sería bueno entonces que en tu autobiográfico blog relataras esta historia en el contexto urbano.

En cuanto a la obsertvación de alex, creo que esta haciendo una referencia a "sostiene pereira"

Anónimo dijo...

Álvarez confunde al lisboeta en cuestión con Tabucchi. Tabucchi sólo lo traduce, no ES él.

alexandro alvarez dijo...

ilústrenme connotados lectores. quién es el lisboeta. yo me imaginé a marcelo m. en el personaje de pereira o al pereira del libro de tabucchi (que no es precisamente el mismo personaje en mi imaginación), pero claro, siempre me equivoco

Anónimo dijo...

Supongo que Pessoa. Que el anónimo se explaye.

Shi Ho dijo...

El candor ígneo de un corazón pasional sumido a la irreverencia insufrible de una vida hostil, que al fin, vio el deceso de su cuerpo en el níveo suelo de sus lamentos....

Triste post socito. Triste pero verdadero.....

:(

Shi Ho dijo...

Oye Álvarez¡¡.... están diciendo aquí que tú estarías confundiendo a lisboeta con Tabucchi. Defiéndete hombre cómo el buen abogado que eres¡¡¡ Lo eres verdad? además creo que tú, R, también lo eres y que justamente de esas mismas, vendría la vuestra amena conexión.
Qué me gané?¡ jaja

:)=

LUJURIA dijo...

mmmm....... me pasó algo con este tipo.... sin dejar de tomar en cuenta que a la hora de tu muerte, cuando ésta es inevitable; muchas cosas pueden pasar por la mente y qué terrible morir pensando que no le interesas a nadie y lo peor de todo es que hubo intentos por encotrarlo, que no tuvieron resultados positivos.


que pena sentir tanta soledad en la vida. agradezco tener y sentir el cariño de mi gente. no me gustaria ser el fallecido de tu historia, moriría de pena antes que de frío o dolor

alexandro alvarez dijo...

Tranquila Atch. Creo que nadie acá está muy claro de si estamos hablando del hombre de los bigotitos, del periodista gordinflón, del rioplatense funcionario aburrido y medio dulzón o del depravado del aparato estatal francés. De repente, solo se trata de un personaje nuevo, creado en este blog. Me estaba tratando de imaginar a la mujer o a las mujeres del científico congelado y abandonado. ¿Dueña de casa? ¿Empática jovencita de parroquia? ¿Puta tierna y comprensiva? ¿Progresista, inteligente, entretenida, culta y frígida? ¿Histérica de mol? ¿Dulce madre de familia? ¿Cazadora-presa de japy auer?

r dijo...

Alex: tiendo a pensar que tu comentario acerca de la version urbana de mi relato (complementada por nuestros amigos anónimo y C. reilly) se refiere a Mastroiani (me lo imagino mejor. Aun cuando tienes razón en ese que sueles equivocarte, no siendo este el caso.

Atcharya: acertaste. El premio será un próximo relato mas esperanzador.

Lujuria: Efectivamente es triste, es la muerte de aquel con baja autoestima.

Crisostomo Reilly dijo...

r: El texto esta publicado en mi blog. Un intento de traducir tu historia al contexto urbano.
Espero tus cometarios.

saludos,

Crisostomo

r dijo...

Crisostomo, el paralelo es correcto en tu versión el protagonista europeo deja ver el mismo abandono o desapego de mi protagonista frozen

r dijo...

sólo le falta la muerte física

Anónimo dijo...

Una lástima que vivas tan lejos entonces.

Marilú dijo...

Hasta se me olvidó lo que iba a decir con tanto comentario... se nota que se conocen, al menos virtualmente,

Me siento como pollo en corral ajeno.

Saludos!

Jacquie dijo...

La verdad que tu blog se las trae... voy a seguir pasando!
Besos.

pabulin pabulera dijo...

uau, q insapirados chicos son estos
=)
lo que es a mi me produjo la ternura de una muerte anunciada la no resistencia al final de si mismo, sin el drama, sin el llanto sin la pena de la ausencia.
y como de critico literario no tengo mucho... no llego mas aca de lo evidente de sentir

Crisostomo Reilly dijo...

loco nuevo post
lealo